Pasan los días y tu recuerdo sigue cada vez más vivo, más reciente, tanto que pareces seguir aquí, a mi lado. Yo, intento despojarme de él, pero sin éxito ninguno, vuelve a invadir mi mente y algo de forma hiriente hace mella en mi corazón. No sé "no pensarte", no sé "no sentirte". Tu suave piel se me antoja ansiosa, mi boca está sedienta de tus tiernos labios y mis ojos ya no ven. A ciegas te buscan por cada rincón. Te buscan, te necesitan, te aman... A veces desean tanto verte, que lo consiguen. Dulcemente te acercas y me llamas "amor" como solías hacer... Y justo cuando mis ojos pueden ver tu cara, te alejas fugaz.
No puedo evitar esa sensación de sentirte cerca y es en ese momento cuando una lágrima tímida se desliza por mi mejilla.
Miss Apple.