jueves, 13 de enero de 2011

EL PUENTE

TUYO, MÍO, NUESTRO

Desde aquí se contemplan los atardeceres más maravillosos del mundo. El sol, va muriendo lentamente en el horizonte mientras tiñe de un color anaranjado el cielo y el mar, que se enlazan por un cálido abrazo. Las gaviotas picotean el agua en busca de algo para llevarse a la boca y las tiernas olas, producen un baile en el calmo mar. Una ráfaga de aire acaricia mi cara, procudiendo un escalofrío en todo mi cuerpo. Recuerdo las tardes que veníamos a pasear aquí, en nuestro puente, en el cual todavía hoy figura grabado dentro de un corazón tu nombre y el mío, en uno de sus laterales. Perdonamé si ves caer una lágrima, no puedo olvidarte, se que estás aquí, noto tu mirada, pero aún no comprendo porque saltaste de él sin despedirte.


Jara Piñero Gabardino



EL PASEO

TRANSEÚNTE


La hierba lejana, se veía de un color blanquecino, fruto del rocío tras la noche. La mañana se vestía de niebla y el sol intentaba quitársela poco a poco. Me he cruzado con una vecina que iba a trabajar y ha sido curioso mirar como se perdía a lo lejos. Mas adelante un grupo de mujeres con ropa deportiva iban dando andando apresuradas. Mientras tanto, una anciana intentaba cruzar el paso de peatones, ante la insólita imagen de los coches que indiferentes, no se dignaban a parar. Indignada he seguido mi camino. En el centro de salud, la gente entraba y salía , con las manos llenas de recetas y demás documentos. Al otro lado una señora barría la puerta de la calle mientras charlaba con la vecina. Las madres llevaban los niños al colegio, bastante abrigados, pues hace frío. Los adolescentes cargaban sus mochilas y carpeta en mano, entraban en el instituto. Sin darme cuenta casi, he llegado a la calle en la cual viví mi infancia, al ver la casa de mi abuela, en la cual me críe, un fuerte sentimiento de nostalgia ha invadido mi cuerpo y un sin fin de recuerdos han brotado en mi mente. Después de la pausa, he continuado. En el bar de siempre, algunos hombres desayunaban y otros tomaban su copita de coñac, mientras el camarero, lleno de prisa, intentaba dar servicio a todos. Casi en puertas de casa ya, me he parado a comprar pan para hacer tostadas. Ahora, estoy sentada en el sofá, escribiendo esto, que no es más que el recuerdo de una mañana de paseo, pero ¿quién sabe?puede ser que mañana no lo recuerde.




Jara Piñero Gabardino.

SIN TÍ, ME ACUERDO DE...

SIN TI, ME ACUERDO DE QUE EXISTES

Me acuerdo de besarte, cuando ya no tienes boca.

Me acuerdo de mirarte, cuando ya no puedes ver.

Me acuerdo de escribirte, cuando no me queda tinta.

Me acuerdo de visitarte, cuando ya no estás aquí.

Me acuerdo se soñarte, cuando estoy despierta.

Me acuerdo de aquel día, ese que nunca existió.

Me acuerdo de despedirte, cuando llegas.

Me acuerdo de amarte, cuando te comienzo a odiar.

Me acuerdo de cuidarte, cuando ya no estás enfermo.

Me acuerdo, sólo a veces me acuerdo de acordarme de que ahora estas aquí.

Y siempre intento no volver a pensar me acuerdo de...

domingo, 9 de enero de 2011

ESTRELLAS

UNA NOCHE DE SAN JUAN

Una noche perfecta la de ese día. Noche de San juan, alrededor de las fogatas, nuestras miradas se cruzaban ansiosas. El cielo nocturno, lucía con su mejor gala, la lluvia de estrellas, que muy bien habían diagnosticado en muchos medios de información, estaba a punto de comenzar. Esas pequeñas masas luminosas, asomaban una a una, de forma intermitente, iban cruzando el cielo fugaces, hasta poder ver miles de ellas, ¡qué hermosas eran! Descendían chispeantes, dejando su destello en el negro manto y, cuando parecían casi tocar tierra, se perdían en el horizonte. Contemplando el fabuloso espectáculo, absorta totalmente en las estrellas, tus brazos rodearon mi cintura, mientras me decías al oído, te quiero.


Jara Piñero Gabardino.

EL REMIENDO

LO QUE ELLA ME ENSEÑÓ

Todas las mañanas cuando iba a trabajar, al cruzar la plaza mayor, una chiquita de unos 6 años, junto a su madre, esperaban bajo el arco de la entrada norte, a que algún alma caritativa derramara unos céntimos en el latón. Vestían unos arapos, casi no se adivinaba el color del vestido de la pequeña, que tenía un gran agujero en la parte delantera, la cual llevaba consigo una muñeca, o los restos que de ella quedaban. La muñeca era vieja, con una piel engrisecida por la suciedad y el pelo enmarañado. Me conmovía verlas allí todas las mañanas, era desalentador. Un día me acerqué para darles unas monedas, la sonrisa de ambas provocó un intento de lágrimas en mis ojos, tragué saliva, para evitar que sucediese y torcí la esquina. En la primera juguetería que vi, entré y compré una muñeca muy parecida a la que ella tenía. Regresé a la plaza mayor y se la ofrecí.

-Gracias señora, pero no puedo aceptarlo, prefiero quedarme con esta que me la regaló mi mamá.
Atónita, le respondí:

-Al menos, déjame que te remiende el vestido.


Jara piñero Gabardino.

EL CIRCO

QUE COMIENCE LA FUNCIÓN

Hoy he salido a pasear temprano, es otoño y está nublado. Las hojas caídas tiñen el suelo de un marrón anaranjado. Se ha formado un pequeño remolino de aire, que las ha hecho prisioneras por un instante, ha sido un acontecimiento precioso. Todas las personas comienzan el día, desarrollando cada uno un papel, dando vida a todo un espectáculo, como si de un circo se tratara. El empresario, me ha recordado a un domador de leones, fuerte y gobernante. Mas adelante los albañiles montados en los andamios lucían la fachada de la obra, parecían trapecistas. Unos comerciales intentaban vender su producto a una señora, astutos encantadores de serpientes, que manipulan nuestras mentes para que al final acabemos comprando, enredados con sus técnicas infalibles. Al otro lado de la calle, en la frutería, los marabaristas colocaban la fruta fresca mientras el lanzador de cuchillos, se concentra en no fallar la jugada. Al cabo de un rato, me cercioro de que estoy siendo público de un ciro, el circo de la humanidad, pues la función del día ya ha empezado.


Jara Piñero Gabardino.

ESPEJOS

LA OTRA CARA DEL ESPEJO


Es lunes, el despertador ha sonado a las 8, como cualquier dia laborable. Hacía rato que me había levantado. Aun convaleciente y algo dolorida, te preparaba el desayuno, debía tenerlo todo listo antes de que tú entrarás en la cocina. Ya he terminado y, temblando me he sentado a esperarte, mientras escuchaba caer el agua de la ducha que recibías, he pensado "qué sonido tan bonito". Al rato has bajado y ni siquiera te has atrevido a mirarme y mucho menos a darme los buenos días. Yo intimidada por tu presencia, he evitado encontrarme contigo. Luego has desayunado y después ha pasado tu compañero del gabinete a recogerte. Llegaréis al bufete de abogados y allí desarrollarás tu jornada diaria como una persona normal, agradable y trabajadora, una persona a la que todos quieren y aprecian. Recientemente te han otorgado uno de los premios mas honoríficos de tu intachable carrera, para la sociedad eres toda una eminencia. Sin embargo yo, no me atrevo a romper el silencio, pues la realidad es otra. Me he mirado al espejo y, allí estaban los valores del hombre que nadie conoce, ese tú que la sociedad no puede ver. El espejo valiente, ha mostrado la cara de una mujer desfigurada, víctima del sufrimiento, con unas enormes ojeras, la mirada triste, empapada en lágrimas, el ojo izquierdo morado, el labio partido, del que con algunos gestos aún brotaba sangre. Ayer noche fue la última vez que lo hiciste, me pregunto ¿por qué? Pero yo sigo siendo prisionera del silencio.

Jara Piñero Gabardino.

(Aunque este relato sea fictício, no olvidemos que pasan casos parecidos en la realidad, contra la violencia de género, tolerancia 0 )

EL MURO

DECADENCIA

Supe desde el principio cuales eran las opciones, camino fácil o difícil. Nunca me he considerado lo suficientemente valiente, pero, me gustan los riesgos, y más si el final merece la pena.
Aunque era invisible, su fortaleza lo hacia inquebrantable, alimentado de miedos e inseguridades, lleno de cicatrices, síntomas de heridas del pasado, que habías acomodado en él a lo largo de tu vida, siendo casi inconsciente de que cada vez, él era más grande y persistente, y lo único que hacía era manejarte a su antojo, como si de su marioneta se tratara y te cobija en sus egoístas brazos, que te proporcionaban esa falsa protección.
No sabía que hacer cuando nuestras miradas se cruzaban o te tenía a tres palmos de mí, un error, era todo un lujo que no podía permitirme(debo ser cauta y paciente me decía a mi misma), pero mi espontánea naturaleza, acababa siempre por delatarme, sonrojando mis mejillas y transformándome en un flan, sólo con sentir tu presencia, pero tú, le pertenecías a él, incapaz de ver más allá de sus murallas, sin pensar ni siquiera en ti, sólo absorto en sus paredes, escondido tras su sombra, luciendo un bonito disfraz, que tan bien te sienta.
¿Qué puedo hacer yo? Muy sencillo, lucharé hasta derrotarlo, aunque sólo tu mirada, tímidamente, me habla y me dice que está en decadencia.


Jara Piñero Gabardino.

BRUJAS

SENTENCIA DE MUERTE

Era en aquella época de curanderas y adivinas, dónde se cometió un gran genocidio. La última bruja, se llamaba *Magdalena Duer, una adolescente catalana, que sin culpa ninguna, como muchas otras, fue juzgada a muerte bajo la fé de unos “Santos juristas” que proclamaban la misericordia de dios, aquellos que se creían con el deber y derecho de quitar vidas a su “sano juicio”, ¡qué crueldad!.

*59 brujas, fueron las que se cazaron en España, siendo torturadas, antes de morir, con los métodos más atroces y bárbaros, expuestas a humillaciones tales como el cinturón de castidad y otros ingeniosos artilugios.

Aún se me pone la piel de gallina, cuando imagino la cara de espanto de aquella joven, incluso puedo escuchar sus gritos cuando la quemaron viva en la hoguera, bajo las voces unisonas del gentío, que resuenan en mi cabeza una y otra vez:
-¡muérete bruja, muérete!

(*Datos reales, fuente: Wikipedia)
Jara Piñero Gabardino.

EL VIAJE

“BIENVENIDA”
Me desperté con una extraña sensación en todo el cuerpo, escalofríos que aparecían y desaparecían, fuerte dolor de estómago, vómitos, mareos...nunca había tenido estos síntomas tan repentinos, pero lo que no sabía era que a partir de ahí, viviría los días más increíbles de mi vida, y yo ignorante, maldecía no poder siquiera mantenerme en pie.
El tiempo pasó y después de cuatro semanas mis pechos comenzaron a crecer, al mismo tiempo que mi barriga, las areolas se oscurecían y los vómitos continuaban intermitentes. Al tercer mes, ya escuchaba tu corazón perfectamente y un hormigueo se revolcaba en mi interior. La barriga seguía creciendo y las caderas se ensancharon, mi cuerpo cambiaba y se preparaba para aquel momento.
Los días seguían pasando, qué hermoso era notar tus pataditas y sentirte ahí, dentro de mí, creciendo, era fascinante. Llegó el mes noveno, yo estaba muy pesada y tenía las piernas hinchadas y ya sabes, je!algunos kilos demás. Aquella tarde de agosto hacía un calor sofocante, necesitaba una ducha, de repente, tuve un fuerte dolor abdominal, respiré hondo, cogí el teléfono, seguido de llamada, coche, hospital, ingreso, dolores, más dolores y..........después de tres interminables horas, ahí estabas tú, preciosa, pequeña e indefensa y yo la madre más feliz de la tierra. Así fue como viniste al mundo, tu primer viaje, un viaje mágico, el viaje de la vida.

Jara Piñero Gabardino.

CHOCOLATE

ÉXTASIS
Una cálida ráfaga de aire golpeo su cara, impregnando el ambiente de un dulce olor que reconoció rápidamente: - Ummmmm, chocolate. Hacia mucho tiempo que su olfato y paladar no se permitían un lujo de tales características, desde que su difunto marido se lo prohibió porque, según él, tenía unas ciertas connotaciones sexuales que no aprobaba.
Marieta se dispuso a rastrear ese aroma, acercándose poco a poco, disfrutando embriagada, de algo que le había estado prohibido durante dos décadas. Al llegar al sitio de donde provenía aquel placentero olor, leyó un gran cartel: - FERIA DEL CHOCOLATE.
Apresurada, se adentró en aquel estupendo lugar, en el cual sus ojos no daban crédito, después de haber sido víctima de una prohibición tan absurda. -¡Qué tonta! Se repetía a sí misma, mientras su boca se le hacía agua. Chocolate negro, con leche, almendrado, rellenos de menta, de fresa, de naranja, con caramelo, de todos los gustos e incluso muchos que desconocía, seguro que por su cautiverio. Sin perder un segundo más, cogió un trocito de uno de ellos, chocolate relleno de menta y se quitó el luto.
Una explosión de sabor dulce y fresco estalló en su boca, con un toque amargo, mientras al mismo tiempo un hormigueo recorrió su lengua y su cuerpo empezó a temblar, seguido de un sudor frío, su cara era el reflejo de la felicidad absoluta, de repente comenzó a reír a carcajadas, parecía haber enloquecido y con un extraño suspiro, calló al suelo.

Jara Piñero Gabardino.

EL POZO

"JAQUE MATE"
Allí estaba, como unos años atrás, ahora envejecido por la erosión que lo acariciaba mansamente. Con su fuerte frente de piedras grises y su arco de metal oxidado. ¿Qué curioso, no? Algo que está ahí y casi pasa desapercibido. No es sólo lo visible, ese pozo guarda muchos momentos y sensaciones vividas en mi infancia. Es emotivo verlo de nuevo, en el patio de la que fuese casa de mis abuelos, en la cual vivieron toda su vida. Desde que el padre de mi abuelo lo construyó, ha abastecido agua a 2 o 3 generaciones y sigue ahí, a punto de ser demolido por los nuevos dueños.
Cuando era niño, siempre me asomaba para ver mi cara reflejada en el oscuro fondo, aunque los mayores decían que era peligroso...yo lo encontraba mágico. Podía mirarme en él y escuchar mi voz distorsionada a causa del eco y para colmo podían cogerse litros y litros de agua, sin que esto pareciese afectarle lo mas mínimo, tán sólo con una cuerda y un cubo, ¡impresionante!
Me fascinaba estar toda una tarde entera rondandole, mientras mi abuelo me sonreía, con esa cara con la que los abuelos sólo saben mirar. Yo le preguntaba inocente.
Abuelo, ¿cómo cabe tanta agua ahí?¿Nunca se acaba?
Recuerda que no es un pozo cualquiera hijo. Es mágico, respondía él.
Y hoy, soy víctima de su horrible final, vine sólo a despedirme.
Jara Piñero Gabardino.

LA GUITARRA

"Ella"

Todos los días era el mismo recorrido, salir de casa temprano, antes de que el sol se dejase ver en el cielo, cogía su moto y partía hacia los terrenos. Era una época dura, el campo se araba de sol a sol, para poder sobrevivir a las condiciones que le había tocado sin decidirlas.

Entonces, en uno de los días, en los que llevaba la fruta al mercado, paseando perdido, fue dónde la vio por primera vez. Lucía hermosa tras la vitrina, vestida con su mejor gala, deslumbrante, con las cuerdas adornando su hermoso cuerpo y el mástil fuerte protegiendo al clavijero, le hacía un perfil aún más atractivo que se le antojaba impaciente. Su vientre fecundado, le hacia más señora y más mujer.Él trabajaba duro para conseguirla a toda costa....

Por fin llegó el día y pudo acariciarla, con cuidado recorrió su cuerpo, con sus longevos dedos, curtidos y sufridos, a causa del excesivo trabajo y le tocó su canción, aquella que había compuesto exclusivamente para ella.
Sólo tenía 25 años cuando la tocó por vez primera. Lo recuerda con nostalgia, todas las noches que la acaricia en el salón del Casino donde ahora trabaja.

Jara Piñero Gabardino.

CLAVO

“Locura”

Recuerdo el tacto de tu piel en mi cuerpo desnudo, tus caricias, tus delicadas palabras, tu embriaguez, fruto de los sentimientos del primer amor.
Hoy que no estás me doy cuenta de lo que no valoré cuando debí hacerlo, me mata no tenerte, un profundo dolor taladra mi corazón a ritmo de tambor, cada vez que te desvelas en mi mente. ¡No puedo sobrevivir a esta angustia!, Tú ausencia me minimiza, no soy nadie, sólo un fantasma transeúnte, sin dirección, ni rumbo. Me desvanezco.
Voy al frigorífico y cojo una cerveza para calmar la sed, ni siquiera puedo beberla, todo eres tú, estas en los bares que frecuentábamos, en las casas de mis amigos, en la mía, en mi sofá.....no consigo “no pensarte”, al borde de la locura cojo otra cerveza, pero el dolor cada vez es más intenso, miro a través de la ventana, sin resultado alguno. Vuelvo a verte.
Y entonces él me taladra, sigue haciendo su hueco y arrasa con todo lo que esté en medio. Se regocija endemoniado y suelta sus latigazos, una y otra vez, se sumerge errante, sin piedad. ¿de qué sirve vivir así?¿encadenada a él?, no es lo que yo soñé, soñé vivir a tu lado.


Jara Piñero Gabardino.

AEROPUERTOS

"Un vuelo gris"
La mañana era fría y gris, despertó al lado del hombre que amaba, como todos los días y lo abrazó. Desayunaron juntos, sin apartar la mirada uno del otro, sabía que estaría una larga temporada sin verle e incluso puede que no volviera a hacerlo nunca más, sólo de pensarlo, un escalofrío recorrió su cuerpo.
El cogió el equipaje, que tan bien le sentaba con su uniforme verde, lo guardó en el maletero y partieron dirección Talavera. Se hizo largo el trayecto, ella conducía ausente, pero al fin llegaron. Como es normal, los aeropuertos siempre están llenos de gente, unos vienen y otros se van, mientras al fondo la cinta gira con las maletas, a tiempo de ser recogidas por sus dueños:
-¡Ojalá, alguna de esas maletas fuese tuya!susurró ella sin que nadie le escuchara.
Por su cara comenzaron a derramarse las primeras lágrimas, era inevitable...Allí estaban todos,listos para coger el vuelo que les separaría durante seis meses. Sus caras expresaban miedo, angustia, dolor...
Ella, empezó a sudar,al mismo tiempo que parecía arder en llamas. Agitada,se despertó sola, en esa cama, donde el vacío reina hace ya mas de 3 años. 

Jara Piñero Gabardino

LISBOA

REINA DE MARES.

Huele a historia, a pescado, a mar. Estrechas calles empedradas, cubiertas por un cielo enmarañado, carreteras con cicatrices, síntomas del vai-vén de los tranvías que suben y bajan del Castelo do Sao Jorge. A lo lejos, una Torre Blanca se adentra en el agua, custodiada por los descubridores, donde el río y el mar se funden en un cálido abrazo lleno de libertad, bajo el Puente 25 de Abril.

Fernando Pessoa toma un café en Chiado, entre tiendas y centros comerciales. Desde el elevador de Santa Justa las palomas vuelan hacia el gentío de Praça do Rocío, mientras un temblor silencioso recorre el suelo, a causa de la vida interior del metro.

Una flor: un clavel, una canción: un fado, un nombre: Lisboa.



Jara Piñero Gabardino.

MICRORELATOS VARIOS

Aquí os muestro unos pequeños textos que salieron de mi puño y letra, ante mi asombro.
Todo empezó, cuando Fran Amaya, colaborador de el programa radiofónico de Canal Extremadura "El sol sale por el oeste", nos propuso a los clubes de lectura escribir microrelatos sobre un tema, una sola palabra, han dado cuerda para muchas, temas como Lisboa, aeropuestos, clavo, el pozo, el guitarrista y chocolate conquistaron mi corazón al instante, sólo con ánimos de compartirlo con vosotros, los iré "colgando", ya que, sin la ayuda de estos temas, no hubiese descubierto jamás lo que podía hacer con un folio en blanco y un lápiz, maravilloso.
Gracias a tod@s los que habéis colaborado.

Saludos!

AÑO NUEVO, BLOG NUEVO

OTRO AÑO SE ACERCA

Una palabra puede decir muchas cosas o en el peor de los casos no indicar nada. Con un grupo de palabras podemos formas frases, que a veces pueden desembocar en una historia, que nunca creímos capaces de contar o escribir.
Palabras, son tan hermosas que me cambiaría por ellas. En la lengua hablada son efímeras, sin embargo, en la lengua escrita son todo aquello que nunca supe expresar.
Palabras, caprichosas y traviesas, nunca he sabido comprenderos, solo os he tejido muchas veces, unas con éxito y otras, me habéis dejado desnuda.
Palabras, fieles os uso a mi antojo y hacéis que este espacio os cobije y podamos mostraros hilbanadas de tan diferentes formas. Palabras, un día más voy a abusar de vosotras y tiernamente escribo, deseando através de este texto, el cual no sería posible sin palabras:
¡¡FELICES FIESTAS Y PRÓSPERO 2011!!