domingo, 9 de enero de 2011

EL CIRCO

QUE COMIENCE LA FUNCIÓN

Hoy he salido a pasear temprano, es otoño y está nublado. Las hojas caídas tiñen el suelo de un marrón anaranjado. Se ha formado un pequeño remolino de aire, que las ha hecho prisioneras por un instante, ha sido un acontecimiento precioso. Todas las personas comienzan el día, desarrollando cada uno un papel, dando vida a todo un espectáculo, como si de un circo se tratara. El empresario, me ha recordado a un domador de leones, fuerte y gobernante. Mas adelante los albañiles montados en los andamios lucían la fachada de la obra, parecían trapecistas. Unos comerciales intentaban vender su producto a una señora, astutos encantadores de serpientes, que manipulan nuestras mentes para que al final acabemos comprando, enredados con sus técnicas infalibles. Al otro lado de la calle, en la frutería, los marabaristas colocaban la fruta fresca mientras el lanzador de cuchillos, se concentra en no fallar la jugada. Al cabo de un rato, me cercioro de que estoy siendo público de un ciro, el circo de la humanidad, pues la función del día ya ha empezado.


Jara Piñero Gabardino.

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