domingo, 9 de enero de 2011

CHOCOLATE

ÉXTASIS
Una cálida ráfaga de aire golpeo su cara, impregnando el ambiente de un dulce olor que reconoció rápidamente: - Ummmmm, chocolate. Hacia mucho tiempo que su olfato y paladar no se permitían un lujo de tales características, desde que su difunto marido se lo prohibió porque, según él, tenía unas ciertas connotaciones sexuales que no aprobaba.
Marieta se dispuso a rastrear ese aroma, acercándose poco a poco, disfrutando embriagada, de algo que le había estado prohibido durante dos décadas. Al llegar al sitio de donde provenía aquel placentero olor, leyó un gran cartel: - FERIA DEL CHOCOLATE.
Apresurada, se adentró en aquel estupendo lugar, en el cual sus ojos no daban crédito, después de haber sido víctima de una prohibición tan absurda. -¡Qué tonta! Se repetía a sí misma, mientras su boca se le hacía agua. Chocolate negro, con leche, almendrado, rellenos de menta, de fresa, de naranja, con caramelo, de todos los gustos e incluso muchos que desconocía, seguro que por su cautiverio. Sin perder un segundo más, cogió un trocito de uno de ellos, chocolate relleno de menta y se quitó el luto.
Una explosión de sabor dulce y fresco estalló en su boca, con un toque amargo, mientras al mismo tiempo un hormigueo recorrió su lengua y su cuerpo empezó a temblar, seguido de un sudor frío, su cara era el reflejo de la felicidad absoluta, de repente comenzó a reír a carcajadas, parecía haber enloquecido y con un extraño suspiro, calló al suelo.

Jara Piñero Gabardino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario