domingo, 9 de enero de 2011

EL MURO

DECADENCIA

Supe desde el principio cuales eran las opciones, camino fácil o difícil. Nunca me he considerado lo suficientemente valiente, pero, me gustan los riesgos, y más si el final merece la pena.
Aunque era invisible, su fortaleza lo hacia inquebrantable, alimentado de miedos e inseguridades, lleno de cicatrices, síntomas de heridas del pasado, que habías acomodado en él a lo largo de tu vida, siendo casi inconsciente de que cada vez, él era más grande y persistente, y lo único que hacía era manejarte a su antojo, como si de su marioneta se tratara y te cobija en sus egoístas brazos, que te proporcionaban esa falsa protección.
No sabía que hacer cuando nuestras miradas se cruzaban o te tenía a tres palmos de mí, un error, era todo un lujo que no podía permitirme(debo ser cauta y paciente me decía a mi misma), pero mi espontánea naturaleza, acababa siempre por delatarme, sonrojando mis mejillas y transformándome en un flan, sólo con sentir tu presencia, pero tú, le pertenecías a él, incapaz de ver más allá de sus murallas, sin pensar ni siquiera en ti, sólo absorto en sus paredes, escondido tras su sombra, luciendo un bonito disfraz, que tan bien te sienta.
¿Qué puedo hacer yo? Muy sencillo, lucharé hasta derrotarlo, aunque sólo tu mirada, tímidamente, me habla y me dice que está en decadencia.


Jara Piñero Gabardino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario